Edimburgo y las Highlands

Publicado en viernes, 30 de enero de 2009 por Luisouax

En este fantástico viaje, Mónica y Gonzalo nos muestran unas fotos geniales de Escocia, sus verdes praderas y castillos abandonados.





ESCOCIA: CASTILLOS Y LAGOS

Al fin llegamos tras un trasbordo en el aeropuerto de Heathrow, por cierto perfectamente indicado, mucho mejor que Barajas, a nuestro destino Edimburgo. El Hotel en esta primera estancia en Edimburgo era el Malmaison Edinburgh One Tower Place, EH6 7DB Edinburgh

Un hotel muy bonito y cómodo de los mejores del recorrido. A la mañana tempranito excursiones diversas, Saint Andrews, pueblecito medieval encantador famoso por su Universidad, sus campos de golf al lado de la playa y sus ruinas de catedral y castillo, una preciosidad de pueblecito, ideal para pasear por sus calles y pasar el día.
























Por la tarde visitamos el Palacio Scone donde está la famosa piedra del destino en la que coronaban a los reyes escoceses y sus preciosos jardines perfectos para perderse paseando una tarde de buen tiempo. Y ya por último retirada al hotel, situado en Kinross, pueblo pernececiente a Perth y su condado y conocido por el denominado Loch Leven (lago Leven) que así se dice en escocés, paseo por el lago y su reserva natural hasta que empieza a llover, día completo y, raro en Escocia, sin lluvia hasta ese momento y con buen tiempo.





Si el primer día nos acostamos con lluvia...el segundo día amencimos diluviando literalmente, aunque bien descansaditos...salimos hacia el castillo de Glamis perdido entre montes, y como véis en la foto es un auténtico castillo de cuento de hadas, es más, una niña que viajaba en el grupo dijo que era el castillo de la princesa y en efecto, tanto es así que hasta se alquilan sus salones para celebrar bodas, a unos precios exagerados claro, pero el enclave bien lo merece.





Tras los interiores visitamos los jardines, públicos y privados pues vive una familia que heredó el castillo de los antepasados en ella. Todo impresionantemente verde, pero encharcado por las circunstancias... A continuación salimos hacia el castillo de Dunnottar, ubicado en un alto acantilado al borde del mar totalmente espectacular pero el frío, la lluvia, el viento y como no, el mar del Norte nos daban un sensación gélida que vamos...pero merece muy mucho la pena.






Las fotos hablan por si sólas de la belleza del lugar... Y rematamos el día en la ciudad de Aberdeen, ciudad del granito pues todo es granito y todo es gris, valga la redundancia, la verdad, a ninguno nos gustó, no sé si por lo gris de la piedra y del cielo o por lo cansados y empapados que llegamos.

Nos alojamos en el Winlestrae Hotel




Por fin para de llover pero amanecemos con cielo gris y mucho frío, vamos forrados cual Highlanders pues precisamente nos desplazamos justo ahí, nos acercamos a las Highlands o Tierra Altas, osea, donde más frío hace. Tras varias horas en ruta parando en el pueblo de Tomintoul, seguimos camino hasta Inverness, y visitamos el pueblo, precioso la verdad, una gran catedral, ayuntamiento y castillo, regado todo por el río con unas preciosas vistas y vegetación. Muy limpio y muy cuidado.




















Esa misma tarde tras la comida nos damos un paseito crucero por el famoso Loch Ness (lago Ness) y casi casi pillamos al monstruo...agua muy negra, increiblemente negra con espuma algo amarilla debido a la turba del fondo. Muy agradable pero mucho frío, íbamos forrados. El crucero termina en el castillo de Urquart donde desembarcamos, destruido por un bombardeo pero ubidado en un paraje inigualable entre dos lagos, una pasada, también disfrutamos mucho entre sus ruinas y viendo una mini peli de su historia, y ahí, ya sí, nos tomamos nuestro primer "hot chocolate" del trayecto, que empata en protagonismo con la cerveza... De vuelta al hotel, cruzamos a la Isla de Sky que visitaríamos al día siguiente, una maravilla de la naturaleza...





















Por la noche ya dormimos en la isla de Sky, y a la mañana siguiente nos encaminaríamos hacia el corazón de la isla y de las Highlands. Fue un trayecto algo largo en autobús pero muy ameno por la impresionante belleza del terreno y los paisajes, una belleza de pueblo y unos paisajes increibles.


















Subimos hasta los llamados kilt Rocks (una "kilt" es la típica falda escocesa con pliegues y asi son los acantilados, de ahí su nombre), formados por la erosión y el viento del mar del norte. Un día precioso, muy despejado pero helador. De vuelta paramos en Portree, la capital de la isla, un pueblo también pequeño y muy colorido y agradable. Por la tarde, el maravilloso castillo de Elian Donan, una pasada en un lugar perfecto y bellísimo.


















Muy bonito tanto en sus accesos, como sus vistas como sus interiores, como dato curioso tenían la recreacion casi real de una cocina de la época...pero no se podían tomar fotos de los interiores...curiosísimo, merece la pena, a nosotros es que nos gustan mucho los castillos por dentro...y ya de vuelta a nuestro destino para pasar la noche, pasamos por las famosas esclusas de Fort Augustus, un proceso muy cuidado y llamativo para nivelar el agua de dos lagos a distinto nivel y para que puedan pasar los barcos por ahí, recomendable verlo...






Dormimos en Oban, un pueblo pequeño pero con bastantes rincones que visitar, como su famosa destilería que no tenemos tiempo de ver pues cuando llegamos ya está cerrada...así que nos quedamos con las ganas...el puerto es muy bonito y es muy agradable pasear por la tarde antes de cenar, no llueve pero hace aire y algo de frío pero bueno...

Amanece con un buen día, algo brumoso pero buena temperatura y salimos hacia Glasgow donde dormiremos en un hotel por cierto muy bueno, para nada en consonancia con la ciudad, que no nos gustó nada, no la recomendaríamos, para colmo se puso negro y empezó a llover. La catedral, a nuestro juicio, es lo único que merecería la pena visitar de Glasgow, una ciudad tremendamente gris, oscura, industrial...



























Ya por la tarde partimos hacia el castillo de Stirling, salen rayos de sol y merece mucho la pena, un ambiente muy bonito, muy de época y un castillo muy completo, nos gustó bastante, con fantasma y todo, así como el monumento a William Wallace, perdido entre la bruma y el monte en un lugar ideal, una torre de 3 pisos a la que para llegar hay que subir una super cuesta que a mí me dejó sin oxígeno, a lo que hay que añadir los ciento y pico escalones para subir hasta arriba, yo sólo me quedé en el primer piso para ver la famosa espada de William Wallace pero mis pulmones no me permitieron subir más...y regresamos al hotel a cenar y pasar la noche .


























Nos alojamos en el Hotel Menzies Glasgow:
Menzies GlasgowWashington Street 27G3 8AZ Glasgow.

Terminamos el día en una noche fría y húmeda de Glasgow…y nada mejor para entrar en calor que el típico hot chocolate con marshmallows que nos tomamos en el hotel. Es como la Guiness, que también tomamos una cuantas, simplemente hay que probarlo, aunque para nuestro gusto fue excesivamente dulce y empalagoso…




Y con las pilas cargadas, emprendemos un nuevo día camino a Edimburgo que merece mención aparte, tras la visita panorámica que hacemos en autobús para orientarnos, dejamos las maletas en el hotel, por cierto, muy bueno y estratégicamente situado, a dos pasos de la Royal Mile y a través del cual podemos ir andando a todas partes de la ciudad…y nos llevan a comer.

Express by Holiday Inn Edinburgh Royal Mile Address: Express by Holiday Inn Edinburgh Royal Mile - 300 Cowgate, Edinburgh, EH1 1NA, Scotland

El tema de la comida también merece mención especial, en nuestro caso se trataba de un viaje organizado y no podemos decir que fuesen muy abundantes y jugosas que digamos pero todo se podía suplir con los desayunos…que buffets madre…nosotros nos llenabamos en el desayuno, dulce y salado…todo riquísimo y calentito...recomendación: si hacéis un viaje semi organizado, que os pongáis morados en el desayuno, no sólo porque no sabéis lo que comeréis luego sino también porque está todo buenísimo….y hay de todo para elegir.





Pues bien, tras la comida tempranito, tuvimos absolutamente toda la tarde libre…e hicimos mil cosas, pateamos mil sitios, nos fuimos a la National Gallery a ver una exposición itinerante de pintura impresionista, algunas exposiciones son muy buenas y si coincide que estáis por ahí se pueden visitar. También vimos la catedral que es bastante impresionante sobre todo por las vidrieras y el edificio del Parlamento y las callecitas, preciosas...




















y las tiendas, fuimos de compras en busca de whisky, las casitas, la zona de los pubs, es que hasta los pub merecen una visita, son tremendamente curiosos, aquí veis algunas fotos, es más hemos de deciros que ahí es común que las iglesias, por falta de creyentes y practicantes, se hayan convertido o bien, en edificios de oficinas públicas, o bien en pubs, a uno de los cuales fuimos por la noche tras la cena. Se llama Frankenstein, y es una iglesia convertida en pub donde te encuentras al pincha en lo que sería el altar mayor, dos pisos, uno de copas y música y otro de karaoke…donde son famosos los chupitos de sangre…pero algo fuertes diría yo…echadle un ojo:
www.frankenstein-pub.co.uk y aquí tenéis la dirección:

26 George IV BridgeEdinburgh, EH1 1EN, United Kingdom+44 131 622 1818






















Todo lo bueno se acaba…y toca madrugar, a las 8 en punto desayunando para a las 8:30 estar haciendo cola en las puertas del impresionante castillo de Edimburgo, donde se celebra, tanto en su interior como en todas las calles el famosísimo festival de Edimburgo, el Military Tatto, que se tiene lugar en las semanas centrales de agosto y que también merece la pena, consiste en un festival militar y de gaitas que se celebra en las gradas del castillo, y en representaciones teatrales por todas las calles y teatros. Pues bien, a las 9h abren las puertas, tras comprar las entradas nos disponemos a visitar el castillo.




Cómo definirlo? Simplemente nos encantó…muy completo, con visitas interiores, exteriores, salas, capillas, las joyas de la corona, vistas de la ciudad, un museo militar curiosísimo, capillas varias, habitaciones, salones, hasta un cementerio para las mascotas de los soldados…en resumen, muy divertido, a mí es que me pierden los castillos, me gustan mucho y merece mucho la pena, eso sí, contad con dos horas completitas mínimo, si lo veis bien claro, hay mucho que ver…

Como recomendaciones finales os diríamos , que vayáis abrigados y con ropa de lluvia, aún en pleno agosto hace frío, sobre todo en las Highlands, que el clima es muy cambiante, en Edimburgo tuvimos, viento, lluvia, frío y sol en apenas 3 horas, que llevéis un adaptador tripolar para la electricidad y sobre todo para poder cargar los móviles, y que no dejéis de ir a algún pub que merecen la pena y que si os gustan los castillos y la naturaleza…no debéis perderos este viaje…simplemente increíble.




Todas las fotos de este viaje aqui: Fotos Edimburgo y las Highlands